miércoles, 1 de febrero de 2012

Domesticar

-Mire, yo me paso todo el santo día trabajando y cuándo llego a casa lo mínimo que pido es que me espere con el mate pronto.
La mujer permanecía en silencio como si no entendiera realmente qué era lo que estaba pasando.



-Porque para algo le pago, ¿no? - agregó, mientras se disponía a hacer él mismo eso que estaba demandando.

-O sea... A mi no me importa que carajo hace usté cuando yo no estoy, ¿entiende? Yo lo único que quiero es llegar y tomarme unos mates. Y unos bizcochitos de vez en cuando o una torta marmolada, en fin...

El hombre parecía empezar a calmarse. Enseguida hizo una seña a la mujer para que se acercara; ésta dudo unos segundos y fue avanzando poco a poco hasta que los dos cuerpos quedaron a menos de un metro de distancia.

-Usté sabe Marta que yo ya no puedo seguir así, no es la primera vez y ya me cansé de pegarle cada vez que se manda una cagada, usté no aprende más.¿Qué vamos a hacer?

-Disculpemé Sr. Walter, le prometo que no va a pasar de nuevo.

-Si, no pasa nada, pero la voy a tener que cascar devuelta, usté sabe como es.

-Sr. Walter... ¿podemos dejarlo pa mañana?

-Está bien, váyase nomás. Mañana vemos como hacemos.

Esa noche Walter durmió contento sabiendo que al otro día tendría la posibilidad de golpearla hasta la muerte, después de todo se lo merecía




6 comentarios:

No lo pienses mucho, largalo