¡Vuelvan!

Llego a casa y la puerta está cerrada con llave; es raro, a esta hora siempre hay alguien.

Está todo apagado, pego un  grito pero nadie responde. En estos momentos solo se me ocurre una cosa: pasó algo malo.
Debe haber muerto alguien, ¿alguno de los abuelos? No, me hubieran avisado. Seguramente fue algo de urgencia, un choque capaz, un accidente, pero ¿por qué no me avisaron? ¿por qué nadie me llamó? Reviso los cuartos por las dudas. Nadie, ni una seña de nada, ni siquiera un cartel: "Estamos en..." No, nada.

Me vuelvo optimista, por un momento pienso que capaz es el cumpleaños de algún amigo o familiar; yo me olvide y por eso estoy solo en casa mientras los otros se preguntan porque no llego, o ni siquiera se preguntan. Porque capaz ellos están en la casa de alguien que no me quiso invitar, por eso no me avisaron, y por eso estoy solo acá preguntándome por qué estoy solo acá. ¿Será?

Es probable que estén molestos por lo de la otra noche, pero realmente no pude evitarlo, el olor a gas era muy fuerte, demasiado. Confieso, me asusté y reaccioné de sobremanera, pero lo hice para salvar sus vidas. Después de todo a cualquiera le puede pasar y los bomberos estuvieron de acuerdo. No creo que fuera tan grave, podrían haberlo tomado como un simulacro, después de todo es necesario estar preparados para todo tipo de situaciones, sobre todo para las más complejas. Si la casa se hubiera incendiado no estarían donde sea que estén. ¿¡Dónde están!? 

Si en media hora no aparecen voy a llamar al 911. ¡Aparezcan! No puedo más.