Papel contac(t)* - Parte I

* La "t" se escribe mas no se pronuncia, en adelante se omite.


Hace poco mi madre empezó a leer este blog; los anteriores no los leía y es mejor que sea así, estoy seguro de que no le habrían caído en gracia. 
Yo la quiero a mi madre, pero hay cosas en las que nunca nos vamos a entender. Esta mañana me escribió para contarme que había hablado con Pancho, mi hermano ("Kanchelskis"), que estaba bien, que ahora andaban por Tucumán en un camping  y que hoy seguían su periplo hasta encontrar un pueblito más acogedor. Hasta ahí la conversación iba bien, después me dijo que había leído la última entrada, que le había gustado pero que le pareció un poco larga y entreverada, lo acepto. Dijo también que le había gustado "la de las consciencias", lo cual me sorprendió, hasta que finalmente llegamos al momento clave, cuando me dijo que no le había gustado mi bio, sus palabras fueron:  "me parece patético". Me enojé, se lo dije, y también le advertí que iba a escribir sobre ella, le dije hasta el título, porque hace tiempo que pensaba escribir esta historia y bueno, hoy, un martes, un lunesmartes del gris mes de mayo cuadró para que así fuera.



Para vos, mamá, con amor.


Hay cosas, objetos, accesorios, que pueden servir para identificar fácilmente a una persona. Mi padre por ejemplo es un lápiz mecánico, mi madre papel contact.
Todos los marzos antes de que empezaran las clases mi madre compraba en "Todo Nylon" metros y metros de nylon tubular que luego usaría para forrar libros y cuadernos de cinco niños y un esposo. Tomaba medidas, calculaba, luego cortaba y recortaba y finalmente forraba todos libros y cuadernos que se le apareciesen, pegando cuidadosamente cada borde con cinta adhesiva. 

Rollo de papel contact como los que compraba mamá

Durante años esta rutina se mantuvo inalterable; así hasta que un buen día un invento genial irrumpió en el mercado sanducero: el papel contac. En mi vida he visto pocas cosas que obsesionaran tanto a una persona como a mi madre el papel contac. Al principio era un simple sustituto del nylon. Uno debe reconocer que tenía ciertas características que  lo hacían superior. Para empezar, digamos que llevar tus cuadernos forrados en papel contac era un indicador de cierto status, no cualquiera usaba papel contac; supongo que a algunas madres anticuadas les parecería una aberración, un sacrilegio. Y es que si bien el papel contac tiene sus beneficios, también plantea una serie de inconvenientes. 
En primer lugar, el papel contac evita el uso de la cinta adhesiva, pero como contrapartida está el hecho de que debe ser administrado por un adulto, en lo posible de buen pulso. Forrar un libro con papel contac es una tarea compleja, uno debe tener mucho cuidado al aplicarlo, siempre se corre el riesgo de dejar pequeñas burbujas de aire que resultan estéticamente desagradables, pero además el principal problema es que uno no puede equivocarse y dar marcha atrás: si pegaste mal, cagaste; intentar despegarlo puede significar arrancar parte de la tapa, carátula o lo que fuera. 
Mi madre para eso es una genia,  si hubiera una competencia de forrado con papel contac, mi madre roba.
Pero todo esto fue solo el principio. Al poco tiempo llegó el papel contac con estampados. Rápidamente todo objeto plausible de ser forrado lo fue. Cada uno de los estantes de la casa fue forrado con papel contac estampado, cada cajón, caja, recipiente, envase; toda superficie que necesitara de algún tipo de protección, aislamiento o recubrimiento fue alcanzado por algún tipo de papel contac. En particular recuerdo dos estampados, uno de fondo rosado con flores celestes y turquesas y otro a cuadritos de todos los colores. 
El segundo es el que importa a los efectos de esta historia, pero como a mi madre no le gustan las entradas largas la dejo para mañana.